Las
Flores de Bach son una serie de esencias naturales utilizadas para tratar
diversas situaciones emocionales, como miedos, soledad, desesperación, estrés,
depresión, obsesiones...
Fueron descubiertas por Edward
Bach entre los años 1926 y 1934.
El Dr. Bach era un gran investigador, además de médico y homeópata.
Experimentó con diversas flores silvestres nativas de la región de Gales, en
Gran Bretaña, de donde él era originario, hasta encontrar 38 remedios naturales,
cada uno con propiedades curativas para distintos problemas emocionales. A estas
38 flores se les llaman Flores de Bach.
Las Flores de Bach también reciben el nombre de esencias florales de Bach y
de elíxires florales de Bach.
Su teoría era que las enfermedades físicas tienen un origen emocional, y que
si los conflictos emocionales subsisten por mucho tiempo, la enfermedad del
cuerpo empieza a aparecer, Sin embargo, al restaurar el equilibrio emocional se
resuelve la enfermedad física. Fue de esta forma que desarrolló la Terapia de las
emociones.
Después de más de 70 años, las Flores de Bach han sido probadas
como un magnífico sistema para tratar los problemas físicos,
mentales y emocionales de los seres vivos.
El Dr. Bach determinó cómo trabajar las flores por grupos para las distintas afecciones pero se pueden mezclar de otras muchas formas dependiendo de lo que queramos trabajar.
También existen los remedios rescate: la formula fue creada para situaciones de crisis, de emergencia. Para esos casos en los que no es posible hacer una selección de cada flor de Bach. Unos ejemplos de estados de crisis pueden ser cosas como situaciones muy estresantes, situaciones en las que nos encontremos muy nerviosos o el estado de shock tras un accidente.
Es un remedio para usar durante un corto periodo de tiempo, para
dosis más prolongadas lo mejor es hacer una selección propia de las
flores más acorde con nuestras necesidades.
Para que la terapia tenga sentido hay que testar a la persona y ver cual es el origen de su afección para que después el combinado surta efecto. El terapeuta es el que determina cuántas gotas y cuántas veces deben tomarse al día. Las flores son inocuas, simplemente van disueltas en agua con un porcentaje de alcohol para que se mantenga incorrupta. Puede tomarlas cualquier persona, pero siempre con la supervisión de un terapeuta.
Hoy en día se pueden comprar en las farmacias pero son mezclas estándar, si de verdad quieres que la terapia te beneficie en algo muy personal has de ir a que te testen y estudien tu caso particular.
En la consulta, además de las 38 Flores de Bach trabajamos con muchas otras que tienen también su aplicación en el mismo campo: Flores del Mediterráneo, Damas Áureas, Orquídeas y otras esencias florales.
Efectos colaterales:
Algunas esencias tienen una especial capacidad para llevar a cabo una
tarea de desbloqueo que se puede acompañar de una liberación de
emociones, sentimientos, pensamientos, recuerdos, etc., generalmente
como un primer paso para su posterior transformación y limpieza. Esta
liberación, en algunos casos, puede ser inicialmente inadecuada o al
menos no totalmente correcta, puesto que la esencia va poco a poco
ajustando su equilibrio, lo que puede provocar incertidumbre en el
paciente y en su entorno; en estos casos, puede ser recomendable la
compañía de esencias de paz y equilibrio. Por ejemplo, cuando alguien
reprime su agresividad puede, al iniciar la toma de diversas esencias
florales, expresar esta energía de una forma desequilibrada, para poco a
poco irla situando en un punto de equilibrio en días sucesivos.
La limpieza hacia los cuerpos superiores se suele acompañar de un
estado de parada, de sedación, que algunas personas lo pueden valorar
como inapropiado; mientras que cuando se produce hacia el cuerpo etéreo
se puede acompañar de síntomas o signos de limpieza en el cuerpo
físico, que casi siempre son leves y limitados en el tiempo. Así,
pueden dar lugar a un catarro de vías altas, a erupciones en piel,
picores, diarrea, aumento de la sudoración, incremento de la emisión de
orina que puede ser más concentrada y de olor más fuerte, aumento del
flujo menstrual, cara ojerosa, etc.
Las esencias florales interactúan directamente sobre el campo
energético y los chakras. En ocasiones pueden apreciarse sensaciones en
los mismos, especialmente en el inicio de su toma, que pueden
confundirse con efectos secundarios negativos. Así por ejemplo, algunas
esencias que abren el Tercer Ojo pueden inducir dolor de cabeza.
En otras ocasiones, algunos elixires que aumentan la capacidad
sensitiva y perceptiva, darán lugar a la apreciación de dolores u otras
sensaciones en distintas localizaciones corporales asociadas a la
presencia de bloqueos energéticos; ello no significa que estas esencias
los provoquen, sino simplemente que ponen en evidencia dónde sufre el
campo energético (serían problemas energéticos de los que habitualmente
la persona no tendría ninguna percepción)
Algunas esencias favorecen un aumento de la circulación de la energía
Kundalini; puede sentirse un aumento de la actividad energética en la
columna vertebral, una cierta hiperactividad, alguna dificultad con el
inicio del sueño o un aumento de la actividad onírica.
En general, es un efecto muy suave, pues no ha de olvidarse que las
esencias florales trabajan siempre buscando el equilibrio. Es más
frecuente observar este efecto con la toma de esencias preparadas con
geodas de cuarzo o con cuarzos; en estos casos, esta activación de la
Kundalini (y otros efectos) no debe atribuirse a la esencia floral sino
a la energía del cuarzo.
Son numerosas las esencias que intervienen de forma especial sobre la
toma de consciencia (aprendizaje) o sobre la profundización en la misma
(autoconocimiento) El contacto con esos aspectos de uno mismo de los
cuales no se es consciente puede inducir un estado de desequilibrio
emocional, apareciendo sentimientos de culpa, tristeza,
minusvaloración, agresividad, etc.
Una esencia floral no es sino una información que se introduce en el
campo energético y estimula unas respuestas en el mismo. Pues bien,
habrá quien ante una información que le oriente hacia un determinado
cambio genere un rechazo hacia la misma; se trata de una lucha entre la
voz de su conciencia, estimulada por la esencia floral, y la de su ego
o personalidad.
En estas circunstancias habrá quienes simplemente anularán el
efecto de la terapia y nada ocurrirá, pero en otros aparecerán
respuestas de lucha como la ansiedad, la angustia y otros estados de
desequilibrio, así como diversas manifestaciones de somatización (por
ejemplo, un dolor de estómago)
Bibliografía: José Mª Calvo, Flores de Bach.net, Remedios Florales, Esencias del Mediterráneo